Conoces a...?
CARLOS COLL PEÑA
De nuevo por aquí con una nueva “xerradeta”, esta vez la haremos en castellano porque aunque nuestro invitado habla perfectamente el menorquín, sus familiares de Cádiz no lo entienden y esta vez no se querían perder la “xerradeta” del Alcazar.
Una vez aclarado el tema del idioma, vamos con nuestro entrevistado. Él ha sido un jugador emblemático de este Club. Hace unos meses anunció su retirada de las canchas y para celebrarlo “montó” una gran fiesta en la que participaron varias generaciones de “alcazareños”. Evidentemente hablamos de Carlos Coll, más conocido como “Peña”.
P: Bueno, acláranos cual es tu nombre completo.
R: Me llamo Carlos Coll Peña.
P: ¿Y cuántos años tienes?
R: 38, ya voy para los 39...
P: ¿Estas casado?
R: Si, con Angi.
P:¿Tenéis hijos?
R: Si, dos. Júlen y Rubén.
P: ¿En qué trabajas?
R: Ya hace 16 años que trabajo en DHL como transportista.
P: Supongo que uno de tus hobbies es el básquet, pero seguro que tienes alguno más, no?
R: Por supuesto! Y ahora te voy a sorprender porque me encanta el fútbol, incluso prefiero ver un partido de fútbol antes que uno de básquet.
P: Si que me has sorprendido, si! ¿Y cual es tu plato preferido?
R: Me gusta todo, pero si tengo que elegir te diría que los potajes de mi madre.
P: Muy bien, y ahora dinos un lugar que te gustaría visitar.
R: Por ejemplo me gustaría ir a Noruega o algún lugar del norte de Europa con nieve y mucho frío.
P: ¿Y uno para recomendar?
R: (Sonríe) Recomendaría Andalucía en general y especialmente, Cádiz. Por el clima, por su gente, no sé... por la alegría que hay por allí.
P: Muy bien, y ya sabes que para acabar esta parte más personal me tienes que decir qué te llevarías a una isla desierta.
R: Uf! Hombre, ahora me llevaría a mi mujer y mis hijos. Estuviera soltero te diría otra cosa (Ríe).
P: Ahora que te conocemos un poquito mejor, dinos ¿qué te une al Alcazar? ¿Cómo llega Carlos Peña aquí?
R: Bueno, ya hace años de esto, pero cuando yo era pequeño (ya te he comentado que me gusta mucho el fútbol) jugaba con La Unión, iba casi cada día por allí, me encantaba, pero como iba al colegio Virgen del Carmen y era alto, poco a poco me empezaron a llevar al terreno del básquet y en 8º de EGB empecé a jugar con el equipo del colegio. Después, cuando empecé a ir al instituto fue cuando llegué al Alcazar (creo que fue Nito Mercadal el que me vino a buscar) y desde entonces he estado aquí. Entré como cadete con Toni Perelló de entrenador y por casualidades de la vida me retiré también con él de entrenador en 1ª Nacional. Me hizo mucha ilusión.
P: Tu has vivido gran parte de la historia de éste Club. ¿Cómo definirías su evolución?
R: Bueno, es evidente que la evolución ha sido muy buena. Recuerdo que cuando empecé a jugar aquí con 14 años ya se hablaba del “nuevo pabellón” y me he tenido que retirar con 38 años para poder jugar en él.He tenido que retirarme casi cojeando! (Bromea) En cuanto a número de jugadores, cuando empecé había la mitad que ahora. Antes solo había uno o dos equipos de cada categoría, en cambio ahora, ya lo ves! Desde la “escoleta” hasta los de 1ª Nacional, creo que en total son 22 o 23 equipos, unos 400 jugadores, ¿no? Es increíble lo que ha crecido el club. Pero como todo, hay una parte buena y otra no tan buena. Tengo que decir que antes, en el “Petrus”, los partidos eran mucho más intensos, se vivían de una manera especial. Supongo que porque todos nos conocíamos y porque las gradas estaban a pie de pista o porque antes los jugadores éramos 100% del Alcazar, ahora hay de por todos los clubes. Pienso que es muy importante para “hacer piña” que todos los jugadores se vean durante la semana, que unos vean entrenar a otros... Recuerda que yo me he pasado 10 temporadas entrenando en el Poli, los pequeños no nos veían nunca y no nos conocían.
P: Tengo que darte toda la razón. Yo también lo he vivido como jugadora y ahora que estoy en la directiva, veo lo complicado que es hacerlo bien para todos. Y con las instalaciones que teníamos antes, ya ni te cuento! Pero sigamos. Durante estos años, ¿has entrenado a algún equipo?
R: Si, una vez. Entrené un mini masculino, pero lo mío era jugar.
P: Supongo que escoger una debe ser casi imposible, pero dinos una temporada para recordar. O un momento de tu vida deportiva que destacarías.
R: Uf! Son tantos!... Ahora me viene a la memoria un partido contra el Ibiza en el poli que me salió “redondo” metí 44 puntos! Fue un día que recuerdo especialmente pero si me preguntas por una temporada para recordar, te diré que fue el primer año de Manel Bonmatí en el club. Esa temporada pasé de no jugar casi nada a jugar un montón de minutos con una media de 26/30 puntos por partido. La 1ª vuelta no ganamos más que un partido, en cambio en la 2ª vuelta lo ganamos todo en casa y unos cuantos fuera y nos salvamos. Ese año fue especial por lo que sufrimos y por el trabajo que se hizo. También recuerdo con especial cariño cuando con Braulio de presidente, mis compañeros y la directiva me entregaron la insignia de oro del club junto a una carta preciosa. Me lo regalaron por mi boda y creo que soy el único a quien se le ha entregado éste distintivo antes de retirarse. Tenía 28 años y fue muy bonito. No puedo dejar de mencionar a Bordas, con él aprendí muchísimo. Sobretodo aprendí a defender y a partir de ahí empecé a meter puntos. Y, por supuesto, recuerdo a mi madre y a mi sobrino Oscar animándome desde la grada, nunca se han perdido ni un solo partido mío, han sido mis “fans” más incondicionales.
P: Teniendo en cuenta los años que has jugado a básquet, creo que las lesiones te han respetado,¿ no?
R: Sí, es cierto. Nunca he tenido lesiones graves. Creo que con 16 años me hice un esguince de tobillo. Después, ya de mayor me rompí menisco, pero paré 3 meses, fortalecí los músculos y “lo salvé”. También me rompí la mano en dos ocasiones.
P: Antes me has dicho los momentos buenos. Pero ¿y los malos? Dime alguno que no recuerdes con tanta alegría.
R: Un momento muy triste fue cuando murió mi hermana. Me lo comunicaron en un partido contra el Jovent y nunca olvidaré ese momento… Otro momento especialmente amargo fue cuando mi hijo estuvo 25 días ingresado en Son Dureta y no nos daban muchas esperanzas... Cuando por fin volvimos a Menorca con mi hijo curado, mis compañeros nos regalaron un oso gigante con la camiseta del Alcazar con el nombre de Julen (que todavía hoy lleva porque era enorme!). Ahora bien, deportivamente los peores momentos han sido los años que hemos bajado de categoría, que han sido varios. O cuando en un partido, como cadete, Sixto Cabiró (árbitro) me expulsó con 5 faltas. Yo tenía fama de “pardillo”, nunca contestaba ni jugaba bruto y aquello me sentó como un tiro! Y en unas fases en Ibiza, que un árbitro menorquín me expulsó por decirle (bien dicho) que su arbitraje nos estaba perjudicando. La verdad es que nunca me he metido en broncas y estas cosas me dolieron.
P: Habrás tenido mil y un entrenadores, pero todos tenemos un “preferido” o alguien que recordamos especialmente. ¿A quien me destacarías?
R: Bueno, yo a Pere (Toni Perelló) le tengo mucho cariño... Pero como técnico destacaría a Bordas. Aunque he de decir que he tenido a muchos entrenadores y la verdad es que nunca he tenido pegas con nadie.
P: ¿Y qué me dices de los presidentes? ¿A cuántos has “visto pasar”? Dime algo de ellos.
R: Con los que más he “convivido” han sido Braulio, Ramis y Paco. Pero la verdad es que siento especial afecto por Ramis, le tengo mucho cariño.